jueves, enero 11, 2007

Sirena


Yo era una sirena. Nadaba y nadaba alrededor de los barcos, y a veces cantaba a algún marinero al oído. Para algunos necesitaba recitales largos y laboriosos, otros venían casi sin abrir los labios. Otros me hicieron llorar. Pero la mayoría se acercó.
Sin embargo todos y cada uno se llevó una parte de mi cola consigo: unos mucho, otros menos, pero todos quedaron marcados con una parte de sirena y así mismo yo iba perdiéndolo.
Es por eso que cuando llego él, fue la sirena, que ya había dejado de ser sirena, la que quedó hipnotizada por el marinero.