jueves, enero 11, 2007

Sirena


Yo era una sirena. Nadaba y nadaba alrededor de los barcos, y a veces cantaba a algún marinero al oído. Para algunos necesitaba recitales largos y laboriosos, otros venían casi sin abrir los labios. Otros me hicieron llorar. Pero la mayoría se acercó.
Sin embargo todos y cada uno se llevó una parte de mi cola consigo: unos mucho, otros menos, pero todos quedaron marcados con una parte de sirena y así mismo yo iba perdiéndolo.
Es por eso que cuando llego él, fue la sirena, que ya había dejado de ser sirena, la que quedó hipnotizada por el marinero.

4 comentarios:

Piedra dijo...

Ya se tirará el marinero al agua y se irá contigo a tu arrecife de coral.

Ire dijo...

q tendria ese marinero...me parece genial q tb la q fue sirena ahora muestre sintomas de poder quedar encantada con un marinero,pq no siempre el marinero tiene q ser el q vaya a ella...besitos wapa!!aunq ser sirena es muy divertido...jejeje

Aymal Arce dijo...

según tengo entendido a las sirenas se les regenera la cola cuando se enamoran...

Paz dijo...

...precioso.

Si no cantar, por lo menos susurrar al oído del que llega