domingo, octubre 08, 2006

Sólo los niños saben lo que buscan...

"...
-Llevan mucha prisa- dijo el principito-. Qué buscan?
-Hasta el hombre de la locomotora lo ignora- dijo el guardagujas.
...
- No estaban contentos donde estaban?
-Nunca está uno contento donde está- dijo el guardagujas.
Y retumbó el trueno de un tercer rápido iluminado
- Van persiguiendo a los primeros viajeros?- preguntó el principito
-No persiguen nada- dijo el guardagujas-. Allá dentro estarán durmiendo o bostezando. Sólo los niños aplastan su narizcontra los cristales.
- Sólo los niños saben lo que buscan- dijo el principito-. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo, y ésta se convierte en algo muy importante, y si se la quitan lloran...
- Tienen suerte- dijo el guardagujas."

El Principito, cap. XXI


Ayer vi en la televisión un programa de magia que me recordó esta fotografía. Llevaban a un niño a un acuario, y el mago le hacía creer que se había hecho un agujerito en el cristal y pedía al niño que lo tapara con un dedo mientras él iba a buscar al "arreglador de cristales", el niño no separaba el dedo del cristal pensado que era algo importantísimo, no se fueran a escapar los peces por el agujerito.De todos los niños con los que lo hicieron ninguno levantó el dedo en ningún momento del agujero, aun cuando alguno temía que los peces le mordieran...además valientes.
Cuando creces pierdes esa confianza en todo, esa capacidad de maravillarte con la cosa más simple, el mundo pierde su magia, pierdes la inocencia, y esa muñeca que era tan importante la encuentras años después en una caja del trastero, y sonries pensando en el osito con el que tenías que dormir todas las noches, el mío se llamaba pancete y la muñeca Pocaspecas.
Le quité las pestañas a Pocaspecas y luego lloraba porque no le volvían a crecer.
Quién de nosotros no hubiera levantado el dedo para comprobar si de verdad taparlo servía para algo?
A veces se echa de menos esa sencillez en los adultos.




En la fotografía dos de las personas más importantes para mi. Mi papá, y mi hermano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bendita inocencia y mísera realidad que nos la pretende arrebatar.

Ojalá esa inocencia, esa imaginación, no fueran desapareciendo. Ojalá no fuera necesario madurar. Ojalá no nos obligaran a madurar. Ojalá Peter Pan viniera a buscarnos todas las noches (no dudo de su existencia), nos llevara a Nunca Jamás y nos mostrara que aunque no sabemos cómo, podemos volar; que aunque no conocemos el camino, la 'Segunda Estrella a la Derecha' está más cerca de lo que pensamos. Ojalá cada persona tuviera su Nunca Jamás, su mundo en el que creer y que mostrar.

No debemos que enseñar a los niños a que dejen de imaginar, sino que de ellos tenemos que aprender a volver imaginar. Dejarnos guiar a Nunca Jamás.

Volved a creer en las hadas, en los piratas y en Peter Pan. Volved a creer en los sueños.